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Unas estrategias efectivas de aprendizaje activo para generar un aprendizaje profundo en el estudio universitario

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    elblogdelaseccion1
  • 5 nov 2024
  • 4 Min. de lectura

Rodriguez Broncano Erick Jeison

Introducción

A veces tenemos muchas preguntas luego de terminar una clase en la universidad, debido a esto nos preguntamos si somos nosotros el problema de no haber aprendido o si es la metodología de enseñanza de nuestros profesores. Esto se debe a que aún se mantiene la metodología del aprendizaje tradicional, que involucra que los profesores solo dictan la clase y no se preocupan si el alumno entendió todos los puntos o ideas principales del tema, ya que no hay una retroalimentación constante que compruebe el avance en cada clase. Consecuentemente el análisis se da casi al final de cada semestre con las evaluaciones parciales. Con esta información recolectada, el profesor recién se preguntará sobre por qué el aprendizaje no está llegando a todos uniformemente. En la actualidad se están desarrollando enfoques más dinámicos y participativos. El aprendizaje activo, que se basa en la idea de que los estudiantes aprenden mejor cuando están activamente involucrados en su educación. Este ensayo explora los principios del aprendizaje activo, sus beneficios y algunos desafíos, y cómo se puede implementar eficazmente en el estudio universitario.


Desarrollo


Principios fundamentales:


1. Participación activa: Los estudiantes no solo reciben información pasivamente, sino que interactúan con el material a través de discusiones, proyectos, estudios de caso y actividades prácticas.


2. Responsabilidad del estudiante: Se espera que los estudiantes asuman un rol proactivo en su aprendizaje, lo que incluye la reflexión sobre su progreso y la toma de decisiones informadas sobre su proceso educativo.


3. Colaboración: El trabajo en equipo y la colaboración entre pares son esenciales, facilitando el intercambio de ideas y el desarrollo de habilidades interpersonales.


4. Aplicación práctica: Los conocimientos teóricos se aplican a situaciones reales o simuladas, lo que ayuda a los estudiantes a ver la relevancia de lo que están aprendiendo y a desarrollar habilidades prácticas.


Beneficios

El aprendizaje activo ofrece numerosos beneficios específicos en el contexto de la educación superior:


1. Mejora de la retención y comprensión: La participación activa en el proceso de aprendizaje mejora la retención y comprensión de la información, lo cual es crucial en el nivel universitario donde los conceptos son más complejos y avanzados.


2. Desarrollo de habilidades críticas: El aprendizaje activo fomenta habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y toma de decisiones, habilidades que son esenciales para el éxito profesional y académico.


3. Mayor compromiso y motivación: Los estudiantes que participan activamente en su aprendizaje tienden a estar más comprometidos y motivados, lo que puede conducir a mejores resultados académicos y una mayor satisfacción con su experiencia educativa.


4. Preparación para el mundo profesional: A través de actividades prácticas y colaborativas, los estudiantes desarrollan habilidades que son altamente valoradas en el ámbito profesional, como el trabajo en equipo, la comunicación y la capacidad de aplicar conocimientos teóricos a situaciones prácticas.


Desafíos


A pesar de sus beneficios, el aprendizaje activo en la educación superior enfrenta varios desafíos:


1. Resistencia al cambio: Profesores y estudiantes acostumbrados a métodos tradicionales pueden resistirse a adoptar nuevas metodologías. La transición puede ser particularmente difícil en instituciones con estructuras y culturas profundamente arraigadas. Los alumnos necesitan tiempo suficiente para procesar información nueva. Generalmente los alumnos requieren que los contenidos les sean explicados en su totalidad al menos tres veces y de diferentes maneras (no por mera repetición), antes de poder recordarlos (Nuthall, 2007).


2. Requerimientos de tiempo y recursos: El aprendizaje activo puede requerir más tiempo para planificar y ejecutar, así como recursos adicionales como materiales didácticos y espacios de aprendizaje adaptativos.


3. Evaluación compleja: Evaluar el aprendizaje activo puede ser más complicado que evaluar el aprendizaje tradicional, ya que implica medir no solo conocimientos teóricos, sino también habilidades prácticas y procesos de pensamiento.


Estrategias


Para implementar el aprendizaje activo de manera efectiva en la educación superior, se pueden seguir las siguientes estrategias:


1. Formación y desarrollo profesional del profesorado: Proveer formación y apoyo continuo a los profesores para que puedan diseñar e implementar estrategias de aprendizaje activo en sus aulas.


2. Diseño del entorno de aprendizaje: Crear espacios físicos y virtuales que faciliten la interacción y la colaboración. Esto puede incluir aulas con disposición flexible de asientos y el uso de tecnologías educativas. También la implementación del aprendizaje activo y la integración con la estrategia didáctica propuesta permitió complementar las siguientes competencias en los alumnos: capacidad para resolver los problemas, pensamiento crítico, toma de decisiones, comprender la importancia del trabajo en equipo, desarrollar habilidades de investigación, desarrollar capacidades de autoaprendizaje y aprendizaje colaborativo. (Alfonso,2023)


3. Integración gradual: Comenzar con actividades de aprendizaje activo a pequeña escala e ir incrementando su complejidad y frecuencia a medida que tanto profesores como estudiantes se sientan más cómodos con la metodología. El aprendizaje se mejora cuando los estudiantes participan activamente, con el desarrollo de nuevos contenidos, a través de discusiones grupales y resolución de problemas. (Gun y Raven, 2017)


4. Evaluación formativa y sumativa: Utilizar una combinación de evaluaciones formativas y sumativas que valoren tanto el proceso como el resultado del aprendizaje. Esto puede incluir rúbricas, autoevaluaciones y evaluaciones entre pares.


Conclusión


El aprendizaje activo representa una metodología educativa poderosa en la educación superior, centrando el proceso de aprendizaje en el estudiante y promoviendo habilidades críticas y aplicables en el mundo real. A pesar de los desafíos que puede presentar, sus beneficios en términos de retención de información, desarrollo de habilidades críticas y preparación para el ámbito profesional lo convierten en una estrategia valiosa para la educación. Para su implementación eficaz, es esencial que las instituciones de educación superior inviertan en la formación de profesores, el diseño de entornos de aprendizaje adecuados y la evaluación continua del proceso educativo.


Bibliografía


Alfonzo, Pedro Luis. (2023). Aprendizaje Activo en Educación Superior. Estrategia en la virtualidad. Mendive. Revista de Educación, 21(2), . Epub 30 de junio de 2023. Recuperado en 30 de junio de 2024, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1815-76962023000200018&lng=es&tl ng=es.


Nuthall, G. (2007). The Hidden Lives of Learners. Wellington, Nueva Zelanda: NZCER Press.


Gunn, C. y Raven, J. (2017). Smart education: Introducing active learning engineering classrooms in the Middle East. Fourth HCT Information Technology Trends (ITT), 1-4. https://doi.org/10.1109/CTIT.2017.825955

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GABRIELA LIZA ADRIANZEN
GABRIELA LIZA ADRIANZEN
06 nov 2024
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Tu enfoque sobre el aprendizaje activo es muy claro y está bien fundamentado, sobre todo al destacar la importancia de la participación activa y la colaboración en el proceso educativo. Me gustaría sugerir que, para fortalecer aún más tu argumento, podrías profundizar un poco más en cómo superar algunos de los desafíos que mencionas, como la resistencia al cambio o los recursos limitados. Está muy bien hecho y me parece un tema crucial para mejorar la educación.

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