Leer como un hábito esencial
- elblogdelaseccion1
- 16 nov 2024
- 5 Min. de lectura
Realizado por, Vila Huaman Claudia Emily
La lectura es una habilidad esencial para los seres humanos. Una vez que se aprende a leer, se convierte en una actividad inevitable, lo que lleva a una constante búsqueda de interpretar cada palabra que aparece a la vista. Esta situación sugiere que las personas están en un estado permanente de lectura, pero surge la interrogante de si esta actividad tiene un verdadero impacto en sus vidas o si simplemente es una parte rutinaria de la existencia diaria. Si la lectura es tan importante, entonces, ¿por qué muchos estudiantes universitarios y, en general, las personas no desarrollan las competencias que deberían resultar de una práctica de lectura regular y significativa? Aspectos como el análisis crítico o la capacidad de expresarse con claridad son habilidades que se pueden cultivar a través de la lectura, sin embargo, es sorprendente que un estudiante universitario no logre comprometerse a leer al menos un libro
a la semana, especialmente cuando se considera que la lectura es una habilidad tan
fundamental e incluso casi innata.
Este fenómeno puede deberse a varios factores. En primer lugar, el acceso a información instantánea y a medios digitales ha transformado la manera en que consumimos contenido, lo que puede disminuir el interés por la lectura profunda. Además, la vida académica y personal de los estudiantes suele estar llena de compromisos que limitan el tiempo que pueden dedicar a la lectura de libros. Asimismo, es posible que muchos no reconozcan la importancia de una lectura enriquecedora, concentrándose más en los textos necesarios para sus cursos, en lugar de explorar obras que fomenten el pensamiento crítico y la creatividad(1). Por otro lado, el
concepto de lectura varía ampliamente entre las personas; para algunos, puede significar
únicamente la capacidad de decodificar palabras, mientras que para otros implica un proceso reflexivo y analítico que conduce a una comprensión más profunda. Esta diversidad en la percepción de la lectura puede influir en el compromiso y el hábito de leer.
Establecer un hábito de lectura implica un compromiso y esfuerzo considerables, pero las ventajas que se obtienen son verdaderamente importantes. Para fomentar este hábito transformador, es crucial designar un tiempo y un espacio específico para la lectura. Esto puede ser en la mañana, durante una pausa en el trabajo o antes de dormir. Elegir libros que capten el interés personal es igualmente importante, ya que una lectura que atrapa la atención facilita el deseo de continuar. Además, fijar metas realistas, como leer un número determinado de páginas al día o completar un capítulo, permite que la actividad sea manejable y motivadora. Integrar la lectura en la rutina diaria, como llevar un libro para leer en el transporte público o dedicar unos minutos durante las pausas, puede ser una forma efectiva de mantener la continuidad. Asimismo, participar en grupos o comunidades de lectura no solo proporciona apoyo y motivación, sino que también enriquece la experiencia al permitir compartir perspectivas y recomendaciones (2).
El leer es una actividad que no solo enriquece el intelecto, sino que también abre la puerta a nuevas ideas, culturas y experiencias. Al comprometerse con la lectura, se favorece un crecimiento personal significativo.(3) Este proceso de aprendizaje continuo amplía la visión del mundo y estimula el pensamiento crítico, lo que resulta esencial en la sociedad actual. Además, la práctica de reflexionar sobre lo leído, ya sea a través de un diario o mediante discusiones en grupo, permite profundizar en la comprensión del contenido y conectar las ideas con la vida cotidiana.
Otro método de mantener cerca la lectura se da por medios digitales(4), ya que en un mundo cada vez más digitalizado, la capacidad de acceder a información en línea y utilizar plataformas de lectura se ha vuelto esencial. La lectura digital no solo permite a los estudiantes acceder a una vasta cantidad de recursos, incluyendo libros, artículos académicos y estudios de caso, sino que también fomenta habilidades cruciales como la búsqueda de información y la evaluación crítica de fuentes. Estas competencias son vitales en el contexto profesional, donde el manejo de información actualizada y pertinente es puntual para la toma de decisiones informadas. Además, la flexibilidad que ofrece la lectura digital facilita el aprendizaje personalizado, permitiendo a los estudiantes elegir materiales que se alineen con sus intereses y necesidades específicas. Esto no solo aumenta la motivación, sino que también enriquece el proceso educativo al permitir que cada estudiante progrese a su propio ritmo.
A menudo, los estudiantes universitarios se ven atrapados en una rutina donde priorizan los textos necesarios para sus cursos sobre la lectura más enriquecedora y exploratoria (5). Esta limitación no solo reduce su exposición a ideas nuevas, sino que también puede obstaculizar el desarrollo de habilidades críticas como la empatía y la creatividad. Un enfoque más equilibrado que incluya obras de ficción, ensayo y otros géneros puede ofrecer perspectivas valiosas que trascienden lo académico y enriquecen la vida personal y profesional. De este modo, cultivar un hábito de lectura diversificado permite que los estudiantes se conviertan en pensadores más completos y versátiles, capaces de abordar problemas desde múltiples ángulos.
La lectura es mucho más que una habilidad básica; es un vehículo para el crecimiento
personal y profesional. A través de la lectura regular y significativa, los individuos no solo amplían su conocimiento, sino que también desarrollan competencias esenciales como el pensamiento crítico y la capacidad de comunicación. A pesar de los desafíos actuales, como la distracción digital y la falta de tiempo, es crucial que tanto estudiantes como profesionales se comprometan a establecer un hábito de lectura. La lectura, ya sea en formato físico o digital, debe ser vista como una inversión en uno mismo, capaz de abrir puertas a nuevas ideas, culturas y experiencias. Al adoptar un enfoque proactivo hacia la lectura, los individuos pueden enriquecer su vida diaria y contribuir a una sociedad más informada y reflexiva. En última instancia, cultivar el amor por la lectura no solo beneficia al lector, sino que también enriquece a la comunidad en su conjunto, promoviendo un diálogo más profundo y un entendimiento más amplio de la condición humana.
Bibliografía:
1. Flores Guerrero D. La importancia e impacto de la lectura, redacción y pensamiento
crítico en la educación superior. Zona Próx [Internet]. 2022;(25):128–35. Disponible
2. Mata Anaya J. Leer con otros. Aportaciones a la dimensión social de la lectura. ReSed
[Internet]. 31 de mayo de 2021 [citado 3 de noviembre de 2024];1(4). Disponible en:
3. Martínez-Otero Pérez V, García-Lago Ibáñez V. Aspectos conceptuales sobre la
inteligencia afectiva y su fomento a través de la lectura en la escuela. Revista de
Comunicación de la SEECI [Internet]. 2013;106–20. Disponible en:
4. Quitián Bernal SP, Montoya Castillo M. Saber leer en la era digital. Una reflexión
pedagógica. Enunciación [Internet]. 2022;27(1):12–3. Disponible en:
5. Nytimes.com.. Disponible en:



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