Como una buena retroalimentación puede ayudar al cambio de prácticas saludables clave
- elblogdelaseccion1
- 10 dic 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2024
Realizado por, Iman Cáceres Andrea Isabel
La retroalimentación es un proceso crucial para fomentar cambios significativos en el comportamiento humano, especialmente en la adopción de prácticas saludables. Este mecanismo de comunicación no solo informa sobre el progreso en el desempeño, sino que también motiva a los individuos a reflexionar sobre sus acciones, identificar áreas de mejora y adoptar nuevos hábitos. En el contexto de salud, la retroalimentación puede ser una herramienta poderosa para promover cambios sostenibles que impacten positivamente en la calidad de vida de las personas.
La efectividad de la retroalimentación radica en su capacidad para moldear las expectativas del individuo sobre su desempeño. Como menciona el efecto Pigmalión, las expectativas influyen directamente en los resultados; si una persona cree que puede mejorar, es más probable que realice esfuerzos para lograrlo. En el ámbito de las prácticas saludables, la retroalimentación puede ayudar a reforzar comportamientos positivos y redirigir aquellos que no contribuyen al bienestar general (1).
La evaluación formativa, que incluye retroalimentación constante, es esencial para el cambio de prácticas saludables. A diferencia de las evaluaciones que solo califican un resultado, la retroalimentación formativa busca proporcionar información que fomente un aprendizaje continuo. Por ejemplo, en intervenciones educativas sobre nutrición, la retroalimentación puede ayudar a las personas a comprender cómo pequeñas decisiones diarias afectan su salud a largo plazo (5).
Un aspecto clave de la retroalimentación efectiva es la forma en que se comunica. Comentarios claros, específicos y empáticos son fundamentales para que el receptor no solo entienda qué debe mejorar, sino también cómo hacerlo. En programas de salud pública, como los destinados a reducir el tabaquismo o promover la actividad física, la calidad de la retroalimentación puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de la intervención (2).
La retroalimentación no solo debe enfocarse en señalar errores, sino también en fomentar la autorreflexión. Esto permite que las personas internalicen el proceso de cambio, lo que es crucial para adoptar prácticas saludables sostenibles. Por ejemplo, un paciente que recibe retroalimentación sobre su progreso en un programa de manejo de diabetes puede sentirse motivado a realizar ajustes en su dieta y nivel de actividad física por iniciativa propia (3).
Finalmente, la retroalimentación tiene el potencial de transformar no solo comportamientos específicos, sino también la perspectiva del individuo sobre su salud y bienestar. Este proceso es consistente con la visión de Paulo Freire, quien argumenta que el aprendizaje debe conducir a una transformación personal y social. En este sentido, la retroalimentación fomenta un cambio integral que beneficia tanto al individuo como a su entorno (4).
En conclusión, la retroalimentación es una herramienta esencial para el cambio de prácticas saludables clave. Su capacidad para moldear expectativas, promover la autorreflexión y guiar a los individuos hacia hábitos sostenibles la convierte en un elemento central de las intervenciones educativas en salud. Al adoptar un enfoque de retroalimentación constructiva y empática, se puede facilitar un cambio significativo que transforme vidas y comunidades.
Referencias
1. Bandura, A. (1997). Self-efficacy: The exercise of control. New York: W. H. Freeman.
2. Carless, D. (2006). "Differing perceptions in the feedback process". Studies in Higher Education, 31(2), 219-233.
3. Deci, E. L., & Ryan, R. M. (1985). Intrinsic motivation and self-determination in human behavior. Springer.
4. Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.
5. Hattie, J., & Timperley, H. (2007). "The power of feedback". Review of Educational Research, 77(1), 81-112.
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