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La retroalimentación como factor clave en el aprendizaje del estudiante universitario

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    elblogdelaseccion1
  • 3 nov 2024
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 5 nov 2024


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Jair Hidalgo

Dentro del ámbito educativo, el profesor se vuelve un acompañamiento fundamental para el desarrollo de las diferentes capacidades del estudiante. Entonces, uno de los objetivos fundamentales en todo centro educativo es promover que el estudiante alcance un nivel de aprendizaje óptimo. Es aquí cuando la labor del docente se vuelve tan valiosa pues debe comprobar en qué medida se están logrando estos objetivos, recogiendo la información que sus alumnos le dejan a través de sus participaciones, trabajos y evaluaciones.

Este proceso debe incluir tanto la identificación de errores como el reconocimiento de los aciertos. De esta forma se puede potenciar el aprendizaje ya que es posible reconocer los motivos por los que el estudiante no ha logrado determinado rendimiento o si va por buen camino. Sin embargo, este proceso también puede ser realizado por otro estudiante.

Esta actividad, conocida como retroalimentación, tiene un impacto significativo en el estudiante universitario siempre y cuando sea aplicada correctamente y bajo las herramientas adecuadas. Por tal motivo, en el siguiente ensayo se hará mención de la importancia de la retroalimentación, argumentando sus efectos, desafíos y la manera en la cual debería realizarse para ser eficaz.

La retroalimentación tiene relevancia en el aprendizaje por lo siguiente, a) mejora de la comunicación efectiva pues la retroalimentación es tan poderosa que puede reorientar el camino seguido por el profesional en formación. Sin embargo, “brindar una apropiada retroalimentación a los alumnos es una de las tareas más compleja que tiene hoy el maestro” (León-Warthon, 2021). El motivo principal es que no todos trabajan al mismo ritmo ya que unos pueden estar un paso más delante que otros mientras que algunos pueden estancarse. Este proceso, mediante un diálogo asertivo y constructivo, no solo asegura que todos entiendan los objetivos propuestos, sino también sirve para crear relaciones más sólidas basadas en el buen trato y la búsqueda de superación. b) Fuente de motivación, pues cuando el profesional en formación percibe un reconocimiento por el esfuerzo que realiza, sus ganas de seguirlo intentando crecen. El estudiante se vuelve más seguro de sí mismo ya que considera que el error es pasajero y es capaz de mejorar hasta alcanzar la excelencia. “De esta manera, se fomenta un enfoque positivo hacia el aprendizaje y se promueve la motivación intrínseca” (de Jesús García-Gámez, 2024). c) Auténtica y personalizada, pues una retroalimentación creada para un educando en específico, aborda eficazmente sus necesidades y logros alcanzados o por alcanzar. Asimismo, el estudiante se siente valorado ya que otra persona ha estado observándola detenidamente porque está interesado en el avance del individuo.

Formas de retroalimentación en el contexto universitario

En los últimos años, el avance de la tecnología ha permitido el desarrollo de un nuevo método para continuar con el aprendizaje como lo es el entorno virtual. De esta forma, el estudiante puede recibir una retroalimentación sin la necesidad de estar presente en su centro educativo.

Por un lado, la retroalimentación virtual ofrece la oportunidad de una interacción a distancia y en diferentes momentos, lo que significa que es flexible. Asimismo, la información que se recibe puede ser grabada para ser consultada más adelante.

Por otro lado, una retroalimentación presencial crea una conexión aún más fluida puesto que la otra parte puede darse cuenta del lenguaje corporal utilizado lo cual facilita una conversación más efectiva. Además, es más enriquecedora ya que las dudas e inconvenientes pueden resolverse en un mismo espacio y momento. “Proveer retroalimentación inmediata e individual a los estudiantes es un factor crítico para mejorar la adquisición de destrezas y de conocimiento en la educación superior” (Serral, 2016).

Existen consideraciones para proporcionar una adecuada retroalimentación como las siguientes, a) mantenerse positivo, ya que, al dar retroalimentación, es importante el sentir de la otra persona. Normalmente es difícil aceptar nuestros errores; por tanto, quien realiza la retroalimentación debe asegurarse de mostrar siempre una actitud positiva, en la cual no se hable de lo malo en una persona, sino en aquello que puede mejorar. b) Otorgar información precisa, pues para dar retroalimentación, es ideal trabajar con un punto medio. “Es importante tener en cuenta que no se debe atiborrar de información al aprendiz, es preciso que la información se enfoque en los aspectos relevantes que debe conocer” (Espinoza Freire, 2021). Por tanto, en este caso “menos es más” y para cumplirlo es mejor priorizar aquello esencial que el profesional en formación necesita para un mayor aprendizaje. c) Realizar un seguimiento, ya que trabajar en la mejora de las capacidades del educando no es una tarea de un solo día. Probablemente tampoco se pueda lograr en un mes; por ende, la retroalimentación debe ser una práctica constante. El proceso de aprendizaje requiere de mucho tiempo; sin embargo, parte de él puede reducirse ya que la retroalimentación reconoce los puntos que el estudiante no es capaz de darse cuenta por él mismo.

Existen desafíos en la realización de una retroalimentación como los siguientes, a) resistencia al cambio, ya que equivocarse es inherente al ser humano. En algún momento del aprendizaje del profesional en formación habrá desperfectos. Sin embargo, el problema de muchos es que no saben recibir la retroalimentación. “La retroalimentación es parte de la evaluación formativa y está asociada con el logro de aprendizaje, pero no todas las clases de feedback son efectivos. (Mollo Flores, 2022)”. En lugar de verlo como un reto para ser una mejor persona día tras día, muchos educandos lo ven como una crítica a su persona que solo muestra las debilidades que presenta. Por tal motivo, es importante manejar una adecuada retroalimentación. b) Saturación laboral en el profesor, pues la labor del profesor se vuelve exhaustiva ya que no solo debe evaluar el desempeño o los resultados de cada estudiante que tiene a cargo, sino también debe trabajar en la creación de una retroalimentación que esté enfocada en los aspectos logrados y por mejorar en el educando. Asimismo, en muchas universidades los profesores trabajan con un gran número de alumnos, lo cual puede ser estresante. Por tanto, es mejor optar por un plan estratégico para reducir la sobrecarga.

Después de todo lo mencionado anteriormente, puedo concluir que la retroalimentación es una herramienta que, en manos de la persona correcta, puede tener un impacto asombroso en el aprendizaje del estudiante. Este proceso es capaz de posicionar al profesional en formación de vuelta al camino correcto en la mejora constante de su vida universitaria. Mediante la creación de motivación y compromiso, el educando se percibe como un ser autosuficiente quien se encuentra en desarrollo y cada vez más seguro de sí. Sin embargo, para tales motivos se debe considerar que cada estudiante es único y necesita una atención específica ya que puede resistirse a cambiar por no tener claro el propósito de la retroalimentación o por sentirse atacado. Además, el profesor a cargo de realizar este proceso enriquecedor puede caer en el estrés, lo que conllevaría a que el estudiante reciba una retroalimentación más enfocada en un ámbito general sin abordar claramente su contexto específico.

Cada retroalimentación debe trabajarse bajo una comunicación asertiva que no encuentre errores en el profesional en formación, sino oportunidades de mejora para convertirlo en un experto en su campo. Ningún profesional en formación es malo, simplemente está en una mejora continua.

Bibliografía

de Jesús García-Gámez, G. (2024). La evaluación como herramienta para mejorar los aprendizajes: la retroalimentación y la evaluación auténtica. Revista Latinoamericana Ogmios, 4(9), 17-32. https://idicap.com/ojs/index.php/ogmios/article/view/275

Espinoza Freire, E. E. (2021). Importancia de la retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Revista Universidad y Sociedad, 13(4), 389-397. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S2218-36202021000400389&script=sci_arttext&tlng=pt

León-Warthon, M. (2021). Evaluación formativa: el papel de retroalimentación en el desarrollo del pensamiento crítico: Array. Maestro y Sociedad, 18(2), 563-571. https://maestroysociedad.uo.edu.cu/index.php/MyS/article/view/5359

Mollo Flores, M. E. (2022). Modelo de retroalimentación formativa integrada. Revista Universidad y Sociedad, 14(1), 391-401. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S2218-36202022000100391&script=sci_arttext&tlng=en

Serral, E. D. (2016). Automating immediate and personalized feedback taking conceptual modelling education to a next level. 2016 IEEE Tenth International Conference on Research Challenges in Information Science (RCIS), (págs. 1-6). Grenoble, France. https://ieeexplore.ieee.org/abstract/document/7549293/

 

 
 
 

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