MEDICINA BASADA EN EL AMOR EN PERÚ

Realizado por, Vila Huaman Claudia Emily

La medicina, en su esencia más pura, busca sanar. Pero en varias ocasiones, el enfoque

clínico tradicional ha encapsulado aspectos sumamente fundamentales de la experiencia

humana, como la empatía, la conexión emocional y la comprensión cultural. En el contexto

peruano, la medicina basada en el amor se presenta no solo como una alternativa viable, sino como una necesidad prevalente en el contexto de la salud. Este enfoque no solo puede transformar la relación entre el personal de salud y el paciente, sino que también debe integrarse ampliamente con la gran diversidad cultural del Perú.

En nuestro país, como en muchos otros países, la medicina moderna ha evolucionado y se ha visto envuelto en un sistema que tiende a deshumanizar a los pacientes. Las largas filas en los hospitales, la falta de tiempo para consultas adecuadas y la burocracia han llevado a una atención centrada en la enfermedad más que en la persona, es decir, un enfoque patológico. Esta desconexión se agrava en comunidades rurales y en poblaciones indígenas, donde el acceso a la salud es limitado y la desconfianza hacia el sistema médico a menudo es alta. La medicina basada en el amor, que prioriza la relación humana, podría abordar todas aquellas deficiencias.

La empatía es un pilar fundamental de la medicina basada en el amor. Tanto en el Perú como en cualquier otro país, la capacidad del personal de salud para comprender y conectar con las experiencias de sus pacientes es esencial. La diversidad cultural del país, con más de 47 grupos étnicos y una rica variedad de tradiciones, exige un enfoque sensible y adaptado a las realidades de cada comunidad. Un personal médico que muestra empatía y respeto no solo escucha las palabras del paciente, sino que también busca entender el contexto cultural que influye en su salud.

Un ejemplo claro se puede observar en las comunidades indígenas, donde las prácticas

tradicionales de curación y las creencias sobre la salud juegan un papel crucial. Cualquier

personal de salud que valore y respete estas creencias, integrándolas en su enfoque, puede construir una relación de confianza y colaboración con el paciente. Esta conexión emocional es fundamental para mejorar la adherencia a tratamientos y fomentar un ambiente propicio para la curación.

La comunicación efectiva es otra piedra angular de la medicina basada en el amor. En el Perú, donde el español coexiste con múltiples lenguas indígenas, la capacidad de comunicarse de manera clara y comprensible se vuelve esencial. La barrera del idioma puede crear malentendidos que comprometen la salud del paciente. Por lo tanto, los profesionales de la salud deben estar dispuestos a aprender y adaptar sus métodos de comunicación con escucha activa.

Además, un enfoque amoroso implica no solo hablar, sino también escuchar. (1) La escucha activa permite que el paciente se sienta valorado y comprendido, lo que puede aliviar su ansiedad y contribuir a un mejor resultado en su tratamiento. Un paciente que se siente escuchado y comprendido es más propenso a abrirse sobre sus preocupaciones, lo que permite un diagnóstico más preciso y un tratamiento más efectivo.

La medicina basada en el amor se basa en una visión holística de la salud, que reconoce que el bienestar físico, emocional y espiritual están interconectados. En la cultura peruana, la salud se concibe a menudo de manera integral, donde la conexión con la familia, la comunidad y la tierra juega un papel importante. Este enfoque holístico resuena con las prácticas tradicionales de muchas comunidades que ven la salud como un estado de equilibrio entre el individuo y su entorno.

En este contexto, el personal médico puede beneficiarse al integrar prácticas de medicina tradicional con la medicina moderna. Por ejemplo, en muchas comunidades andinas, se utilizan rituales y ofrendas para sanar, basados en la cosmovisión indígena que considera a la Pachamama como un elemento central en la salud. Al reconocer y respetar estas prácticas, el profesional en salud no solo está promoviendo la salud, sino que también está validando la identidad cultural del paciente.

Implementar la medicina basada en el amor en el Perú no está exento de desafíos. La

resistencia al cambio en los modelos de atención establecidos, la falta de formación en

habilidades interpersonales para los profesionales de la salud, y la escasez de recursos son obstáculos que deben abordarse. Sin embargo, también hay oportunidades. La creciente demanda de atención centrada en el paciente, impulsada por movimientos globales hacia una medicina más humana, puede ser un catalizador para la transformación. (2)

Además, la pandemia de COVID-19 ha resaltado la importancia de la salud mental y el

bienestar emocional, abriendo espacios para que la medicina basada en el amor sea adoptada más ampliamente. La crisis ha evidenciado la necesidad de un enfoque que no sólo cure enfermedades, sino que también sane heridas emocionales y fomente la resiliencia.

Un componente crucial para el éxito de la medicina basada en el amor es la formación de los profesionales de la salud. Las escuelas de medicina en el Perú deben incluir en su currículo no solo la biología y la química, sino también la psicología, la antropología y la

comunicación interpersonal. La educación debe fomentar la empatía y la sensibilidad

cultural, preparando a los futuros profesionales de la salud para enfrentar la diversidad del país y conectar efectivamente con sus pacientes.(3)

La medicina basada en el amor no es solo un enfoque innovador; es una necesidad para el

sistema de salud peruano. Al integrar la empatía, la comunicación efectiva y un enfoque

holístico, este modelo puede transformar la experiencia del paciente y mejorar los resultados de salud. En un país tan diverso como Perú, donde la identidad cultural y la salud están intrínsecamente ligadas, es fundamental que los profesionales de la salud reconozcan y respeten estas conexiones.(4) Al hacerlo, no solo se promueve la salud física, sino que también se fortalece el tejido social y cultural de la nación. En última instancia, la medicina basada en el amor puede ayudar a construir un sistema de salud más humano, equitativo y respetuoso de la diversidad.

Bibliografía:

1. Bejarano SC. MEDICINA BASADA EN EL AMOR: Un antiguo camino en salud (Doctrina médica no 1).

2.Cuesta Mejías Leonardo A, Presno Labrador Clarivel. La Medicina General Integral

una especialidad clínica con un verdadero enfoque biopsicosocial de la salud de la

población. Rev Cubana Med Gen Integr [Internet]. 2013 Dic [citado 2024 Oct 06] ;

29( 4 ): 379-386. Disponible en:

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252013000400011&l

ng=es.

3. Espinosa Brito Alfredo. La medicina centrada en las personas y la medicina

personalizada. Medisur [Internet]. 2015 Dic [citado 2024 Oct 06] ; 13( 6 ):

920-924. Disponible en:

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2015000600017&l

ng=es.

4. Gómez-Gómez MM, Osorio-Ramírez A, Díaz-Hernández DP. Formación e identidad

profesional: egresados de medicina. Rev Fac Med Univ Nac Colomb [Internet]. 2018

[citado el 6 de octubre de 2024];66(3):307–12. Disponible en:

http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0120-00112018000300307&script=sci_artt

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