La importancia que puede tener la retroalimentación para el cambio de prácticas saludables clave

Realizado por, Huaccha Rejos, Rubi Alejandrina

En el contexto actual, donde las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la hipertensión y la obesidad están aumentando de manera alarmante, el fomento de prácticas saludables se ha convertido en una prioridad en la salud pública(2)(3). Sin embargo, uno de los mayores desafíos radica en cómo lograr que las personas cambien sus hábitos de manera sostenida. A pesar de las numerosas campañas educativas sobre alimentación, ejercicio y cuidado del bienestar, muchas personas enfrentan dificultades para adoptar estos hábitos en su vida cotidiana. En este sentido, la retroalimentación emerge como una herramienta clave para facilitar este proceso de cambio. La retroalimentación, cuando se proporciona de manera efectiva, puede ofrecer a los individuos el apoyo necesario para mejorar sus prácticas saludables y reforzar los comportamientos positivos(4). Este ensayo tiene como objetivo analizar la importancia de la retroalimentación en el cambio de prácticas saludables, destacando cómo puede influir en la adopción y consolidación de hábitos saludables esenciales para mejorar la salud y el bienestar de las personas.

En cualquier proceso educativo, la retroalimentación actúa como una brújula que permite a los participantes comprender si están avanzando en la dirección correcta. Cuando se trata de intervenciones en salud, esta herramienta cobra aún más relevancia, ya que las decisiones que se toman tienen un impacto directo en la calidad de vida. La retroalimentación debe ser oportuna y relevante, permitiendo que las personas evalúen sus acciones y adopten cambios con mayor confianza.(4)

La retroalimentación debe ser clara y específica, enfocándose en los comportamientos a mejorar o reforzar. Esta capacidad de orientar a los individuos y proporcionar una evaluación detallada de sus acciones es crucial para la modificación efectiva de hábitos de salud. Al ofrecer comentarios detallados, las personas pueden identificar las áreas que requieren ajustes y tomar decisiones informadas sobre cómo proceder.(3)

Uno de los mayores desafíos al promover prácticas saludables es mantener la motivación de las personas a lo largo del tiempo. La retroalimentación positiva desempeña un papel esencial en este aspecto, ya que refuerza los comportamientos deseados y fomenta la autoconfianza. Cuando los participantes perciben que sus esfuerzos son reconocidos, se incrementa la probabilidad de que continúen con sus esfuerzos de cambio.(3)

La retroalimentación positiva también tiene un efecto multiplicador, ya que las personas que se sienten apoyadas y valoradas son más propensas a compartir su experiencia y motivar a otros a seguir el mismo camino. De esta forma, la retroalimentación no solo tiene un impacto individual, sino que también puede crear una red de apoyo en la que todos los participantes se sienten parte de un esfuerzo común.

Aunque la retroalimentación positiva es clave, no se puede ignorar la importancia de las correcciones constructivas. Muchas personas enfrentan barreras al intentar cambiar sus prácticas de salud, ya sea por falta de conocimiento, hábitos arraigados o dificultades externas. En estos casos, la retroalimentación constructiva no solo identifica las áreas de mejora, sino que también proporciona soluciones prácticas.(4)

La corrección constructiva debe ser respetuosa y centrada en el comportamiento, no en la persona. Esto asegura que los participantes no se sientan desmotivados o rechazados, sino que se vean apoyados en su proceso de aprendizaje y mejora. Al proporcionar una retroalimentación que sea tanto crítica como orientadora, se facilita el proceso de superar obstáculos y avanzar hacia el cambio.

El cambio de prácticas saludables no ocurre de la noche a la mañana; requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, consistencia. En este proceso, la retroalimentación actúa como un mecanismo de refuerzo que ayuda a consolidar los nuevos hábitos. Los comentarios continuos y específicos permiten que los participantes comprendan los avances logrados y ajusten sus comportamientos para mantener los resultados alcanzados.

Este tipo de retroalimentación no solo refuerza los hábitos positivos, sino que también ayuda a ajustar las acciones a medida que surgen nuevos desafíos. Al recibir comentarios regulares, los participantes se sienten más seguros de que están en el camino correcto y de que sus esfuerzos están siendo efectivos. Esto aumenta la probabilidad de que los nuevos hábitos se mantengan a largo plazo.

Aunque la retroalimentación tiene un impacto significativo a nivel individual, también puede generar cambios a nivel colectivo. En intervenciones educativas grupales, las personas pueden beneficiarse no solo de los comentarios que reciben personalmente, sino también de la retroalimentación dirigida a otros participantes. Este intercambio de experiencias y aprendizajes enriquece el proceso y crea un sentido de comunidad, donde todos trabajan juntos hacia un objetivo común.(4)

Cuando la retroalimentación se comparte dentro de un grupo, se fomenta un entorno de apoyo mutuo y colaboración. Los participantes pueden aprender unos de otros y sentirse más motivados al ver los progresos de sus compañeros. Este ambiente colectivo puede tener un efecto positivo que trasciende la intervención, llevando el cambio a un nivel más amplio y afectando a más personas dentro de la comunidad.

La retroalimentación es una herramienta indispensable en el proceso de cambio de prácticas saludables clave. Su capacidad para guiar, motivar y corregir permite que las personas adopten nuevos hábitos de manera más efectiva y sostenible. Tanto la retroalimentación positiva como la constructiva tienen un papel esencial en este proceso, ya que refuerzan comportamientos deseados y brindan soluciones a las dificultades que surgen en el camino.

En un contexto más amplio, la retroalimentación también fomenta un sentido de comunidad y colaboración, donde los aprendizajes individuales se convierten en inspiración para otros. De esta manera, no solo se promueve el bienestar personal, sino que también se generan cambios significativos en el ámbito colectivo. En resumen, la retroalimentación no solo facilita el cambio, sino que también lo consolida, asegurando que las prácticas saludables se mantengan a lo largo del tiempo.

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Referencias bibliográficas:

1. Morán Tello A. La retroalimentación para el aprendizaje [Internet]. www.youtube.com. 2020. Available from: https://www.youtube.com/watch?v=CQC7guVL96E

   
   

2. Villalobos VE, Nonato IC, Camarillo G, Santamaría RE. Instrumentos para evaluar el

   cambio de hábitos relacionados con el control de peso. Revista Salud Pública y Nutrición [Internet]. 2020 [cited 2024 Nov 17];13(1). Available from:

   https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDARTICULO=35293

   
   

3. Cesia Elisabet Pantoja-Magallón, Domínguez-Guedea MT, García EM, Reguera E,

   Selene M, Mandujano F. PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES

   DE AUTOCONTROL ALIMENTICIO EN PERSONAS DIABÉTICAS E

   HIPERTENSAS. Revista Electrónica de Psicología Iztacala [Internet]. 2022 [cited 2024 Nov 17];14(1). Available from:

   https://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/24800

   
   

4. Espinoza Freire EE, Espinoza Freire EE. Importancia de la retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Revista Universidad y Sociedad [Internet]. 2021 Aug 1;13(4):389–97. Available from: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S2218-36202021000400389&script=sci_arttext&tlng=pt