¿ES IMPORTANTE TENER UNA CONDUCTA POSITIVAPARA PODER ENSEÑARLA?
- elblogdelaseccion1
- 4 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 7 dic 2024
AUTOR:Isaías Alarcón Quispe
Últimamente, los profesionales de la salud suelen atender a los pacientes de forma
mecanizada y frívola, poniendo en práctica un método de atención biomédico que se enfoca solo en la enfermedad y no en la persona. ¿Está bien esto? En tiempos actuales, donde se ha definido la salud como un concepto multifacético, centrarse únicamente en la enfermedad ya no es suficiente. Ahora, lo más importante, y en lo que se debe centrar la atención, es en el bienestar de las personas, no solo como seres que necesitan estar libres de enfermedad, sino como individuos integrales, con pensamientos y sentimientos. Concluído con esa idea , se necesita en estos
tiempos una atencion que cubra con todos esos requerimientos , apoyando , cuidando ,
incentivando conductas positivas, desde el personal de salud a los pacientes . Se necesita una atención íntegra , desde distintos aspectos aparte de la misma atención . Nosotros como profesionales de la salud debemos incentivar las buenas conductas , he iniciar estas desde nosotros hacia ellos , comenzar con el ejemplo, hacerles ver que no es tan dificil como pueden llegar a ver el cambio en su conducta. Con esto quiero llegar a que el personal de salud , desde su formación , debe de seguir conductas positivas antes de enseñarlas , para saber como enseñarlas correctamente y demostrar que no es difícil mantenerlas, asi pudiendo inspirar de cierta manera a sus pacientes o a los que quiere enseñar esa conducta.
En un estudio, se explora cómo los hábitos personales de los médicos influyen directamente en la calidad y profundidad del asesoramiento en salud que brindan a sus pacientes. La investigación, que se basó en una cohorte de 890 médicos de la Universidad de Navarra, muestra que los profesionales con hábitos saludables, como adherencia a la dieta mediterránea y una mayor actividad física, tienden a dedicar más tiempo a aconsejar a sus pacientes sobre temas similares, reforzando así el mensaje de salud integral. Además, se observa que aquellos médicos con hábitos poco saludables, como el tabaquismo, son menos propensos a fomentar prácticas positivas de salud, lo cual refuerza la idea de que el ejemplo del profesional es fundamental para inspirar un cambio en el paciente. Se concluye que es crucial que los médicos adopten y practiquen un estilo de vida saludable como parte de su formación y práctica, lo cual contribuye no solo a mejorar su propio bienestar, sino también a ofrecer un cuidado más humano y empático. Este enfoque se alinea con la necesidad de una atención integral y de calidad, en la que los profesionales se conviertan en agentes de cambio y promuevan un modelo de salud que abarque el bienestar físico, mental y emocional del paciente.1
Por otro lado, se destaca que los médicos que practican hábitos saludables no solo se convierten en modelos a seguir, sino que también generan una mayor credibilidad en su asesoramiento, lo que resulta en un efecto positivo en el comportamiento de los pacientes. El estudio muestra que los médicos que practican hábitos saludables son más propensos a aconsejar sobre esos mismos comportamientos y que los pacientes son más receptivos cuando el consejo proviene de un profesional que actúa en coherencia con lo que promueve. Esta relación de “predicar con el ejemplo” mejora la aceptación del consejo por parte de los pacientes, además de reforzar el papel de los médicos como figuras clave en la promoción de salud. Este enfoque resalta cómo la implementación de conductas positivas por parte de los profesionales de salud es fundamental para fomentar cambios duraderos en los pacientes, alineándose con la necesidad de una atención integral que no solo aborde la enfermedad, sino que también inspire el bienestar general a través de la influencia directa del médico.2
Dar el ejemplo en el ámbito de la salud no solo fortalece la credibilidad del profesional ante el paciente, sino que también potencia la efectividad de sus recomendaciones, estableciendo una relación de confianza y respeto mutuo. En lugar de un consejo distante, el paciente recibe una inspiración genuina que refleja coherencia y compromiso, percibiendo al profesional como una fuente de guía y motivación. En última instancia, este modelo de salud integral, donde el profesional lidera con sus propias acciones, no solo mejora los resultados clínicos, sino que transforma la práctica médica en un acto de empatía y humanidad. Es mediante este ejemplo auténtico y personal que se puede construir una cultura de salud más plena y consciente, donde el bienestar del paciente y el profesional se entrelazan para dar paso a un sistema de salud más humano.
Referencias Bibliografías:
1. Silvia, Carlos., Anaïs, Rico-Campà., Carmen, de, la, Fuente-Arrillaga., María, Echavarri.,
Alejandro, Fernández-Montero., Alfredo, Gea., Camino, Salazar., Miguel, Ángel, Martínez-
González. 1. Do healthy doctors deliver better messages of health promotion to their
patients?: Data from the SUN cohort study.. European Journal of Public Health, (2020). doi:
10.1093/EURPUB/CKAA019
2. EB, Oberg., E, Frank. 2. Physicians' health practices strongly influence patient
health practices.. Journal of the Royal College of Physicians of Edinburgh, (2009).
doi: 10.4997/JRCPE.2009.422



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