¿EN QUÉ CONSISTE EJERCER UNA CARRERA DE TECNOLOGÍA MÉDICA BASADA EN EL AMOR?

Realizado por, Gianfranco Javier Zuta Fernandez

En la vida de un profesional de la salud, siempre hay un momento clave de reflexión, un punto en el cual nos preguntamos qué significa realmente nuestra labor. Para aquellos que eligen la carrera de tecnología médica, esta pregunta resuena aún más profundamente: ¿es nuestro trabajo solo un conjunto de procedimientos técnicos o hay algo más, algo más humano y trascendente? La respuesta se encuentra en la esencia misma de la Medicina Basada en el Amor (MBA), una filosofía que nos invita a ver más allá de las pruebas, los diagnósticos y las máquinas, y nos recuerda que cada paciente es un ser humano, vulnerable, con miedos y esperanzas. La medicina, y por extensión la tecnología médica, es un arte que, al estar impulsado por el amor, se convierte en una auténtica vocación de servicio, una forma de devolverle al paciente no solo su salud, sino también su dignidad.

La Medicina Basada en el Amor nos lleva de vuelta al primer acto médico en la historia de la humanidad: un ser humano, enfrentado al dolor de otro, decidió ayudar, no por sus conocimientos ni por técnicas avanzadas, sino por una profunda conexión humana, una chispa de compasión y solidaridad. Este acto, aparentemente sencillo, estableció los cimientos de lo que hoy entendemos como la medicina, y es una invitación para los tecnólogos médicos a retomar esa esencia.

En la actualidad, un tecnólogo médico está rodeado de equipos sofisticados y tecnología de punta. Sin embargo, detrás de cada máquina y cada muestra, hay una persona, un ser humano que atraviesa momentos de incertidumbre y miedo. Es aquí donde la Medicina Basada en el Amor encuentra su verdadero valor: en la capacidad de ver al paciente no como un número o un diagnóstico, sino como alguien que necesita ser escuchado, acompañado y tratado con la más profunda empatía (1).

En este contexto, la compasión se convierte en la piedra angular de la carrera de un tecnólogo médico. No se trata solo de procesar muestras o emitir resultados, sino de ser un puente entre la tecnología y el ser humano, de estar ahí para el paciente en sus momentos más vulnerables. La compasión en la tecnología médica se manifiesta en formas simples pero poderosas: escuchar activamente las preocupaciones del paciente, ofrecer una presencia genuina y reconfortante, y asegurarse de que cada persona se sienta valorada y respetada en todo momento.

Este enfoque basado en el amor crea una secuencia emocional y profesional que transforma la práctica médica (1). Comienza con el amor al prójimo, que luego fluye hacia la empatía, permitiendo al tecnólogo médico conocer no solo los síntomas o el diagnóstico, sino también la historia del paciente, sus miedos y esperanzas. Con este conocimiento integral, el tecnólogo está en una posición privilegiada para ofrecer una ayuda significativa, no solo técnica, sino también emocional.

La Medicina Basada en el Amor también tiene el potencial de transformar instituciones de salud (1). A nivel institucional, esta filosofía sugiere rediseñar las dinámicas de trabajo para centrarse en la humanización de la atención médica. Esto incluye crear entornos donde los profesionales de la salud sean valorados y apoyados en su labor, donde el amor y la dignidad sean los principios rectores en cada interacción, no solo entre pacientes y profesionales, sino también entre los propios compañeros de trabajo.

A nivel educativo, la integración de la MBA podría cambiar radicalmente la formación de los futuros tecnólogos médicos. En lugar de centrarse únicamente en aspectos técnicos, la formación podría incluir habilidades de comunicación, empatía y acompañamiento, preparándonos para enfrentar no solo los retos clínicos, sino también los desafíos emocionales que vienen con el cuidado de personas en momentos de sufrimiento.

La Medicina Basada en el Amor nos recuerda que la tecnología médica no es solo un conjunto de conocimientos y herramientas avanzadas, sino un espacio donde la humanidad y la compasión deben florecer. Al adoptar esta filosofía, el tecnólogo médico se convierte en un guardián de la salud y la dignidad humana, ofreciendo no solo soluciones médicas, sino también consuelo y esperanza. Desde esta perspectiva, el trabajo adquiere un propósito más profundo, pues la satisfacción no radica únicamente en emitir resultados precisos, sino en tocar vidas de manera significativa, brindando a los pacientes la certeza de no estar solos en su travesía. Esta práctica nos invita a recordar que detrás de cada acto médico hay una historia humana que merece ser atendida con amor, respeto y compasión, destacando que en esta profesión el corazón es tan importante como la técnica, guiándonos hacia un cuidado más humano y digno.

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REFERENCIA:

1. Cruz Bejarano SR. Medicina basada en el amor: un antiguo camino en salud. 1era ed. Lima: Editora Diskcopy S.A.C.; 2024. p. 1-64. Disponible en: https://unmsm.online/estudiosgenerales/pluginfile.php/36331/mod_resource/content/1/L6-%20Medicina%20Basada%20en%20el%20Amor.pdf.crdownload