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El Mensaje de la Teología de la Liberación y la Medicina Basada en el Amor para la Salud Pública del siglo XXI en el Perú

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    elblogdelaseccion1
  • 2 nov 2024
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 3 nov 2024


Realizado por, Pariona Huacachi Omar

En el siglo XXI, los sistemas de salud pública enfrentan múltiples desafíos, incluyendo la

deshumanización de la atención, la inequidad en el acceso a los servicios y el énfasis en enfoques exclusivamente técnicos. En este contexto, las ideas presentadas en la Teología de la Liberación de Gustavo Gutiérrez y en la obra Medicina Basada en el Amor ofrecen una perspectiva renovadora para construir una salud pública centrada en la dignidad humana y la justicia social. Ambas obras coinciden en el poder transformador del amor y la compasión, proponiendo modelos en los que el servicio a los demás

se convierte en una prioridad.

El propósito de este ensayo es analizar cómo los principios éticos y humanistas de la Teología de la Liberación y la Medicina Basada en el Amor podrían aplicarse en la salud pública del Perú, proponiendo un modelo en el que el respeto a la dignidad y la justicia social tengan un papel central. Para ello, el desarrollo abordará tres puntos principales: 1) la humanización de la salud pública; 2) la importancia del amor y la empatía en la práctica médica; y 3) el rol de la justicia social en la salud como un derecho

La humanización de la salud busca centrar la atención en el servicio a la persona enferma, considerándola en su totalidad y brindándole una asistencia integral que abarque las dimensiones psicológica, biológica, social y espiritual [1]. Sin embargo, en muchas partes del mundo ha sido moldeada en gran medida por criterios técnicos y administrativos, dejando de lado aspectos principales como la empatía y la conexión

humana entre médico y paciente.

Abogar por un modelo de atención en el que las instituciones de salud desempeñen un papel activo en la protección de la dignidad y los derechos humanos de los más vulnerables . Este enfoque hace un llamado a que la salud pública se involucre más en el servicio a quienes están en situaciones de pobreza y marginación, promoviendo una práctica inclusiva y ética.

Por otra parte, introducir el amor y la compasión como elementos fundamentales para una práctica médica humana. Desde esta perspectiva, el amor se convierte en un compromiso ético que trasciende los procedimientos y el diagnóstico, buscando entender al paciente en su totalidad, incluyendo sus miedos y su contexto social . Esto podría ayudar a establecer una relación médico-paciente íntegra, ecuánime y de

mutuo respeto basada en la comunicación, la comprensión y la confianza. Es un camino en el que debemos implicarnos tanto médicos como pacientes si queremos conseguir más humanización de la medicina [2] Complementando el hecho de enfatizar que el amor al prójimo debe manifestarse en la lucha por la justicia social. Incorporar este principio en la salud pública podría inspirar a los profesionales a ver su labor como una contribución significativa al bienestar y la dignidad de cada paciente, y no solo como

una prestación de servicios.

Asimismo, la salud pública debe ser un derecho accesible para todas las personas, sin importar su situación económica, social o geográfica. La equidad en salud, como componente esencial de la justicia social, implica la eliminación de diferencias evitables, injustas o remediables entre distintos grupos poblacionales, derivadas de circunstancias sociales, económicas, demográficas o geográficas. [3] Eliminar

las desigualdades en salud garantiza que todas las personas tengan las mismas oportunidades de alcanzar su bienestar, promoviendo un sistema de salud más equitativo y justo.

Por último, los estudios sobre desigualdades en salud han resaltado la naturaleza multidimensional de la salud, subrayando que no depende únicamente del acceso a servicios de atención, lo que ha impulsado avances significativos en análisis y políticas de salud[4]. En este contexto, la bioética debería incorporar equidad y justicia en salud como temas esenciales, dados los principios de autonomía y justicia.

En conclusión, La Teología de la Liberación y la Medicina Basada en el Amor ofrecen una

perspectiva ética y humanista que puede contribuir a la reforma de la salud pública en el Perú. La humanización de la atención, el amor y la empatía en la práctica médica y la promoción de la justicia social son principios fundamentales que pueden ayudar a construir un sistema de salud más inclusivo, compasivo y equitativo. En un contexto donde la atención se ha vuelto muchas veces impersonal, el enfoque basado en el amor y la justicia social brinda una oportunidad para reorientar los esfuerzos hacia un modelo que respete la dignidad humana y ofrezca una atención

de calidad para todos.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


1. Correa Zambrano ML. La humanización de la atención en los servicios de salud: un

asunto de cuidado. Rev Cuid [Internet]. 2016 [citado el 27 de octubre de

2024];7(1):1227. Disponible en:

2. Empatía médica [Internet]. Fundació Ictus. 2023 [citado el 27 de octubre de 2024].

3. Equidad en Salud - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud [Internet].

4. Ferrer Lues M. EQUIDAD Y JUSTICIA EN SALUD: IMPLICACIONES PARA LA

BIOÉTICA. Acta bioethica. 2003;9(1).

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