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El impacto de la retroalimentación en la promoción de conductassaludables

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    elblogdelaseccion1
  • 4 dic 2024
  • 4 Min. de lectura

REALIZADO POR LEONARDO ANDRÉ PONCE SEVILLA

2024

LIMA-PERÚ


La retroalimentación es una herramienta fundamental para el aprendizaje y el cambio de

conductas, especialmente en el ámbito de la promoción de prácticas saludables. Muchas

personas ignoran el poder de esta estrategia de aprendizaje para su uso en la enseñanza en

mejoras de la calidad de vida de uno, entonces ¿cómo puede la retroalimentación

transformar hábitos y motivar cambios sostenibles que impacten positivamente en la salud

de las personas?

La retroalimentación efectiva no solo informa sobre el desempeño actual, sino que guía a los

individuos hacia la autorregulación y la mejora continua. Según estudios, la

retroalimentación formativa debe centrarse en aspectos concretos y fomentar una reflexión

que permita al receptor identificar oportunidades de mejora en su proceso de aprendizaje o

cambio de hábitos [1]. En el ámbito de la salud, esta herramienta puede ayudar a las

personas a reflexionar sobre sus conductas y modificarlas, lo que es esencial para prevenir

enfermedades y mejorar la calidad de vida. El efecto Pigmalión, que establece que las

expectativas influyen directamente en los resultados, es clave para entender cómo la

retroalimentación puede motivar cambios positivos, incluso en condiciones adversas como

la educación a distancia.

Uno de los problemas de salud más prevalentes en la actualidad es el sedentarismo, una

conducta asociada a múltiples enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y

enfermedades cardiovasculares. La retroalimentación desempeña un papel crucial en

abordar este problema, especialmente mediante el uso de tecnología.

Por ejemplo, dispositivos como los relojes inteligentes y aplicaciones de monitoreo de

actividad física proporcionan retroalimentación en tiempo real sobre los pasos realizados,

las calorías quemadas y la duración de la actividad física diaria. Estos sistemas no solo

motivan a las personas a moverse más, sino que también les ayudan a establecer metas

alcanzables y a medir su progreso de manera tangible. Además, entrenadores y

fisioterapeutas pueden utilizar retroalimentación personalizada para corregir la técnica

durante los ejercicios, prevenir lesiones y mantener el compromiso de sus clientes con un

plan de actividad física regular. Un ejemplo claro es un entrenador que brinda comentarios

positivos sobre el progreso de su cliente y le ofrece sugerencias específicas para mejorar, lo

cual fomenta la confianza y la motivación del individuo para continuar con su programa.

Para que la retroalimentación sea efectiva, debe cumplir ciertos criterios: ser específica,

empática y contextualizada. La puntualidad es crucial, ya que la información debe llegar en

el momento adecuado para que sea útil y aplicable [1]. En el caso del sedentarismo, los

recordatorios automáticos que invitan a moverse después de periodos prolongados de

inactividad son ejemplos prácticos de cómo la retroalimentación puede ser inmediata y

orientada a la acción.

El video analizado refuerza esta idea al señalar que la retroalimentación debe incluir

aspectos positivos y áreas de mejora, y ser entregada en un tono motivador que genere

confianza y fomente la reflexión [2]. Este enfoque no solo mejora el aprendizaje, sino que

también fortalece el vínculo entre educador y estudiante, o entre profesional de la salud y

paciente.

La retroalimentación tiene un impacto profundo en la dimensión emocional de las personas.

Cuando se percibe como personalizada y constructiva, puede aumentar la motivación y la

autoestima, elementos esenciales para mantener cambios positivos en el tiempo [1]. En el

caso del sedentarismo, un fisioterapeuta que felicita a un paciente por alcanzar un objetivo

semanal de pasos no solo refuerza el comportamiento positivo, sino que también fomenta el

deseo de mantener y superar esa meta.

El video menciona cómo los estudiantes que recibieron retroalimentación constructiva se

sintieron más comprometidos con su proceso de aprendizaje, demostrando la relación entre

una retroalimentación efectiva y un aprendizaje significativo [2]. En el ámbito del ejercicio

físico, este compromiso puede traducirse en una adherencia sostenida a un programa de

actividad física.

Aparte de ayudar a prevenir el sedentarismo, la retroalimentación juega un papel clave en

la prevención y el control de enfermedades crónicas. Un ejemplo de esto son los sistemas de

monitoreo continuo de glucosa, que proporcionan a los pacientes información en tiempo

real, lo que les permite ajustar su dieta y medicación de manera oportuna. Este tipo de

retroalimentación promueve la autorregulación y contribuye a un mejor manejo de

enfermedades como la diabetes.

En campañas de salud pública, la retroalimentación masiva mediante informes comunitarios

puede generar cambios colectivos. Informar a las comunidades sobre indicadores clave de

salud, como tasas de vacunación, fomenta un sentido de responsabilidad compartida y

moviliza a las personas hacia la acción.

A pesar de sus beneficios, la implementación de la retroalimentación en contextos

institucionales enfrenta desafíos. En la educación, por ejemplo, los docentes a menudo

carecen de tiempo o recursos para proporcionar retroalimentación formativa [1]. De manera

similar, en el ámbito de la salud, la sobrecarga de trabajo limita la capacidad de los

profesionales para ofrecer retroalimentación personalizada.

Sin embargo, la tecnología ofrece soluciones prometedoras. Aplicaciones de salud y

plataformas digitales pueden proporcionar retroalimentación automatizada y personalizada,

ampliando el alcance de estas intervenciones. Por ejemplo, aplicaciones que monitorean la

actividad física o los patrones de sueño pueden brindar retroalimentación diaria,

fomentando un cambio de hábitos constante y sostenible.

En conclusión, la retroalimentación es una herramienta transformadora en la promoción de

prácticas saludables, incluyendo la lucha contra el sedentarismo. Su capacidad para influir

tanto en el comportamiento como en la dimensión emocional de las personas la convierte

en un componente esencial en la educación y la salud. Integrar estrategias de

retroalimentación formativa, contextualizada y empática en programas de aprendizaje y

promoción de la salud puede maximizar su impacto y fomentar cambios sostenibles en la

calidad de vida. La clave está en diseñar sistemas que utilicen la retroalimentación no solo

para evaluar, sino para empoderar a las personas, guiándolas hacia un aprendizaje

significativo y cambios positivos que trasciendan en el tiempo.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Canabal C, Margalef L. La retroalimentación: la clave para una evaluación orientada al

aprendizaje. Educación XX1. 2017;17(2):150-170.

2. Andrés M."La retroalimentación para el aprendizaje - YouTube". Consultado el 16 de

noviembre de 2024

 
 
 

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