Desafíos de los profesionales de salud en el Perú para liderar el aprendizaje-servicio y reducir la obesidad y diabetes en los niños
- elblogdelaseccion1
- 14 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Realizado por, Vila Huaman Claudia Emily
Para enfrentar los desafíos de la salud pública en el Perú, especialmente en la reducción de enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes en la infancia, los futuros profesionales de salud deben convertirse en líderes del aprendizaje-servicio. Este enfoque promueve la participación activa en la comunidad para responder a sus necesidades, y se sustenta en cinco pilares esenciales: integridad, vulnerabilidad, acción, perseverancia y esperanza. Estas cualidades no solo contribuyen a formar profesionales comprometidos y éticos, sino que también movilizan a la comunidad para fomentar una cultura de bienestar y salud sostenible para las nuevas generaciones.
La integridad es fundamental para generar confianza y credibilidad, cualidades esenciales para cualquier líder de salud(1). Un profesional íntegro inspira a otros a adoptar prácticas saludables, ya que su comportamiento refleja honestidad y consistencia entre sus conocimientos, valores y acciones. Esto es especialmente relevante en el contexto del aprendizaje-servicio, donde la relación entre los profesionales y la comunidad depende de la credibilidad que proyectan. En el Perú, el contexto cultural y socioeconómico puede influir en la percepción que la población tiene de los profesionales de la salud. Por lo tanto, es crucial que estos futuros líderes demuestren responsabilidad ética, especialmente en temas sensibles como la alimentación y el ejercicio. Las recomendaciones deben estar basadas en
evidencia científica actualizada y adaptarse a las realidades culturales de las familias y los niños. La transparencia y la honestidad en la comunicación son clave para construir una relación sólida y de confianza con la comunidad, lo cual facilita la implementación de
cambios en los hábitos de salud.
La vulnerabilidad, aunque a menudo se percibe como una debilidad, puede ser una
herramienta poderosa en el liderazgo para conectar y construir relaciones auténticas (2). Los futuros profesionales de salud en el Perú pueden beneficiarse al mostrar su humanidad y compartir sus propias experiencias y desafíos. Esto permite que la comunidad los vea como personas genuinas y accesibles, capaces de empatizar con las dificultades de quienes enfrentan el problema del sobrepeso y la diabetes. El enfoque de aprendizaje-servicio requiere que los estudiantes comprendan profundamente la realidad de las personas con las que trabajan. La vulnerabilidad los ayuda a ser empáticos ante obstáculos como el acceso limitado a alimentos saludables o la falta de espacios seguros para realizar actividades físicas.
Al compartir sus luchas y aprendizajes, los profesionales en formación pueden construir una conexión auténtica que inspire a las personas a asumir cambios en su estilo de vida,
fomentando así una transformación social en torno a la salud.
La inspiración es insuficiente sin acción. Los futuros líderes en salud deben ir más allá de motivar y tomar medidas concretas que transformen el entorno comunitario(3). La
combinación de inspiración y acción es esencial para alcanzar los objetivos del
aprendizaje-servicio, y para ello es necesario establecer metas claras y trabajar en colaboración con la comunidad para lograrlas. La implementación de proyectos prácticos,
como talleres de cocina saludable en las escuelas o campañas de actividad física comunitaria, permite llevar la teoría a la práctica. Estos proyectos no solo fortalecen las habilidades de los estudiantes en un contexto real, sino que también contribuyen a la comunidad, que se beneficia de actividades que promueven la salud y el bienestar. Al liderar estas iniciativas, los profesionales en formación impulsan el cambio en su entorno y fortalecen la conciencia sobre la importancia de una vida activa y saludable.
El cambio en los hábitos de salud no es inmediato, y los futuros profesionales deben entender que la lucha contra la obesidad, la diabetes y el sedentarismo es compleja y requiere esfuerzo sostenido. La perseverancia es esencial para enfrentar los desafíos y alcanzar resultados sostenibles. En el Perú, muchos factores, como la falta de educación en salud y recursos limitados, son obstáculos significativos para implementar programas preventivos. Los estudiantes en formación deben estar dispuestos a mantener su esfuerzo y creatividad frente a estas adversidades, adaptando sus enfoques según las circunstancias y buscando soluciones innovadoras. Esta capacidad de perseverar es fundamental para el éxito de cualquier proyecto de aprendizaje-servicio y para construir una cultura de salud que perdure en el tiempo(4).
La esperanza es un ingrediente esencial para inspirar y motivar tanto a los profesionales en formación como a la comunidad. Creer en la posibilidad de cambio y en el impacto positivo de sus acciones permite a los futuros líderes mantenerse comprometidos(5). Sin esperanza, la perseverancia pierde sentido y las acciones se vuelven mecánicas y desprovistas de propósito.
La esperanza debe estar presente en cada paso de los profesionales al implementar programas de aprendizaje-servicio. Visualizar un futuro en el que la obesidad, la diabetes y el sedentarismo disminuyan entre los niños peruanos es una visión que inspira y moviliza a la comunidad hacia un objetivo común. Además, al tener una esperanza compartida, se refuerza la cohesión social y se construye una red de apoyo que facilita la adopción de hábitos saludables.
Para que los profesionales de salud en formación en el Perú se conviertan en líderes efectivos del aprendizaje-servicio y logren un impacto positivo en la reducción de enfermedades crónicas y la promoción de la actividad física en los niños, es indispensable desarrollar y aplicar estos cinco pilares fundamentales. La integridad y la vulnerabilidad construyen una conexión genuina y significativa con la comunidad; la acción convierte la inspiración en transformación tangible; la perseverancia sostiene los esfuerzos frente a las dificultades; y la esperanza aporta el propósito necesario para mantener vivo el compromiso. Estos elementos no solo forman mejores profesionales de salud, sino que también los preparan para ser verdaderos agentes de cambio en sus comunidades. Al cultivar estas cualidades, los futuros líderes en salud pueden trabajar con las familias, las escuelas y los niños para reducir las tasas de obesidad, diabetes y sedentarismo, construyendo una sociedad más saludable y con mayor bienestar para todos.
REFERENCIAS:
1. Talks T. ¿Qué significa transformar? | Álvaro González-Alorda | TEDxPuraVida
[Internet]. Youtube; [citado el 10 de noviembre de 2024]. Disponible en:
2. Villafuerte, I. La vulnerabilidad como un factor de impulso en el desarrollo
profesional fomentado por el liderazgo.. [Internet]. 2021. [citado: 2024, noviembre]
Disponible en: http://hdl.handle.net/10726/4351
3. Veranes Garzón Inerkys, Peñalver Sinclay Ana Gladys, Jorna Calixto Ana Rosa.
Liderazgo en salud, motivación e inteligencia emocional. Infodir [Internet]. 2021
Abr [citado 2024 Nov 10] ; ( 34 ): . Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1996-35212021000100011&l
ng=es. Epub 01-Abr-2021.
4. Handle.net. [citado el 10 de noviembre de 2024]. Disponible en:
5. Aparici EZ. Salud Colect [Internet]. 2017;13(2):295–306. Disponible en:



Comentarios